Bruselas dará la bienvenida a 2016 en medio de la amenaza terrorista que pesa sobre la ciudad y que ha propiciado la cancelación de varios eventos, lo que ha sido recibido con resignación por sus vecinos.

La decisión del alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, de cancelar los fuegos artificiales y todas las festividades públicas planificadas para la celebración de la Nochevieja en el centro histórico de Bruselas, ha conllevado que muchos bruselenses opten por pasar la noche con familias y amigos en casa.

Pese a que los bares, restaurantes y salas de fiesta permanecerán abiertos, se espera que las calles de la capital belga estén mucho menos concurridas que en otros años, ya que por ejemplo el espectáculo de pirotecnia en uno de los mayores puntos de congregación de la ciudad, la plaza De Brouckère, ha sido cancelado.

El regidor tomó esta decisión una vez que el Centro de Crisis de Bélgica le indicó que el riesgo de atentado "es importante".

Las opiniones son diversas, pero muchos belgas han aceptado las cancelaciones con resignación.

"Es una pena, pero no nos queda otra que aceptar la decisión de los políticos", declaró un joven bruselense que tenía intención de asistir al espectáculos de los fuegos artificiales en la plaza De Brouckère, pero que ahora celebrará Nochevieja en casa de unos amigos.

"Después de las detenciones, es lógico que las autoridades no quieran arriesgarse", apuntó otro ciudadano belga residente en Bruselas, que también decidió organizar una fiesta en casa antes que salir a los locales nocturnos.

Los españoles residentes en la capital belga también se han visto afectados por esta decisión a última hora. Ana Ruiz, estudiante de intercambio en Bruselas, manifestó a Efe que si las autoridades consideran que los eventos para esta noche están bajo amenaza es "correcto que los cancelen o bien refuercen la vigilancia".

Una decisión para unos lógica y para otros exagerada. "Esta decisión únicamente fomenta el miedo entre la ciudadanía", opinó Antonio Cabrerizo, residente español en la capital belga desde hace cuatro años, quien cree que se han tomado medidas demasiado drásticas "que no sirven para nada".

Por su parte, Celia García, estudiante española de Erasmus en Bruselas, manifestó a Efe que no cree que sea exagerado anular eventos esta noche, dado el riesgo que conllevan las grandes aglomeraciones, pero sí cree que es excesivo el vasto despliegue militar durante varias semanas en pleno centro de la ciudad.

Las fuerzas de seguridad belgas han detenido a seis personas en una serie de registros de viviendas en Bruselas y Brabante Flamenco en relación a esta amenaza.

Estos arrestos se suman a los del pasado martes, cuando se supo que las fuerzas de seguridad belgas posiblemente consiguieron frustrar un atentado en Bruselas durante la Nochevieja con la detención de varias personas, dos de las cuales siguen bajo mandato de arresto.

Desde los atentados de París el pasado 13 de noviembre, Bruselas convive con la vigilancia policial militar, especialmente fuerte durante los días en los que la ciudad estuvo en alerta máxima por riesgo de atentado terrorista, pero que casi dos meses después continúa en puntos claves de la ciudad.

Uno de ellos es la turística Grand Place, donde presuntamente los detenidos pretendían atentar contra la comisaría de Policía situada en los aledaños, que es vigilada por un dispositivo militar.

EFE